La multinacional tecnológica supera los 1.200 empleos en su apuesta por Asturias para crecer en el mercado nacional
El edificio que la propia empresa denomina como 'PEPA II' en la avenida de la Siderurgia -el 'PEPA I' es su sede principal ubicada junto a la rotonda de La Palmera-, acaba de completar más de una planta y media con 150 nuevos puestos de trabajo, por lo que casi alcanza el 100% de ocupación.
Este proceso de expansión supone la confirmación de la apuesta de la multinacional tecnológica por Avilés como uno de sus centros de referencia para crecer en el mercado español, uno de sus objetivos principales. DXC se posiciona en el 'top 5' de empresas de servicios de tecnología, lo que implica una oportunidad para atraer a nuevos clientes desde Asturias, tras un giro de la estrategia de la antigua CSC, enfocada casi de forma exclusiva al mercado internacional.
Ese abanico más amplio de potenciales clientes ha permitido a DXC en Avilés la captación de nuevos servicios y líneas de trabajo. Este año suma al menos ocho nuevos clientes que provienen del mercado nacional y la apuesta de la compañía por la ciudad se está traduciendo también en la búsqueda de personal para cubrir cuarenta posiciones, lo que permitirá completar toda la capacidad de la segunda sede del PEPA, ubicada en uno de los edificios 'gemelos' de Sepides dedicados a oficinas (el otro alberga en parte de sus instalaciones a la empresa Software AG).
DXC busca la incorporación de tres tipos de perfiles. Dos de ellos más técnicos destinados a la administración de sistemas informáticos y el desarrollo de aplicaciones y programas, y un tercero donde prima la formación en idiomas para la gestión de servicios, y la formación técnica requerida corre a cargo de la empresa. Con el inglés como idioma base, se valora los conocimientos en otras lenguas como alemán, francés, italiano o griego.
Esos tres perfiles de trabajadores dibujan los servicios tecnológicos que DXC ofrece desde Avilés a empresas ubicadas en todo el mundo. Por ejemplo, el soporte y mantenimiento de los sistemas hardware, además de la gestión técnica de servidores, nubes privadas o ciberseguridad.
Otra línea está relacionada con el desarrollo de aplicaciones de negocio. Desde Avilés se desarrolla, por ejemplo, mundialmente productos para la gestión de pólizas de seguros. Una vez implantado el sistema desde aquí, pasa a ser un producto de propiedad intelectual de DXC, que lo vende a clientes de países como Estados Unidos, Australia y Bélgica.
En el área de gestión de servicios, DXC ofrece desde Avilés la atención telefónica a clientes finales, donde se gestionan, por ejemplo, incidentes graves por caídas de red u otros contratiempos que puedan surgir. Aquí el conocimiento de idiomas es fundamental, hasta el punto de que hay trabajadores de las dos sedes avilesinas que hablan hasta seis lenguas distintas.
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