La última versión del anteproyecto elimina referencias a los "gastos indirectos" y deja en manos de los convenios su compensación
Las empresas no tendrán que asumir todos los gastos del trabajo a distancia, como recogía el primer borrador del anteproyecto de ley que lo regulará. La última versión del texto, a la que ha accedido elDiario.es, elimina cualquier referencia a los "gastos indirectos" y deja en manos de los convenios su compensación. La primera versión, que publicaron los medios a finales de junio, decía que las empresas tenían que pagar todos los gastos (directos e indirectos) consecuencia de la actividad. Consideraba como indirecto "la parte proporcional de los gastos de uso y consumo en que incurriera la persona trabajadora o de cualquier otro que pudiera tener como consecuencia del trabajo".
En el borrador actual —con fecha del 28 de julio, día de la última reunión con los agentes sociales antes del parón vacacional— el trabajador sigue teniendo derecho a la compensación de los gastos, pero no a su totalidad.
Concretamente, el artículo que lo regula pasa de titularse "El derecho a la compensación total de gastos" a "El derecho a la compensación de gastos". Donde antes decía que el desarrollo del teletrabajo sería "sufragado en su totalidad por la empresa" y no podría suponer "en ningún caso" la asunción por parte del trabajador de gastos "directos o indirectos" relacionados con equipos, herramientas y medios, ahora simplemente dice que el desarrollo del trabajo deberán ser "sufragado o compensado por la empresa". El trabajador no asumirá costes relacionados con equipos, herramientas y medios, pero el texto deja la puerta abierta a que se pague gastos como el gas, internet o la electricidad.
El quid de la cuestión está en la redacción del segundo punto, explica Josep Pérez, abogado laboralista del Colectivo Ronda. "El primer redactado dice que el convenio colectivo debe garantizar la completa compensación de los gastos", dice. "El segundo redactado permite al convenio hacer lo que quiera. Delega a la negociación colectiva cómo se compensan los gastos. Y ahí cabe todo. Si el convenio dice que te van a dar cincuenta euros por teletrabajo y que eso incluye todo —wifi, gas, electricidad, papel, etc.—, la ley se lo permitirá".
Según interpreta Pérez, la antigua redacción permitía que, por ejemplo, el trabajador incluyera en los gastos conceptos como el alquiler. "Si tengo que teletrabajar, necesito un piso más grande para montar un despacho. Si el metro cuadrado vale tanto, que la empresa lo pague", indica. "La empresa tiene un ahorro ingente de estructura que soportan los trabajadores. En el segundo redactado, todo eso es superfluo porque queda en manos del convenio". En cualquier caso, el teletrabajo sigue siendo voluntario en esta última redacción.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que en un principio calificó el anteproyecto como un "texto desequilibrado", "de enfoque errático", "apartado de la realidad del tejido productivo" y que "podría desincentivar" la implantación del teletrabajo en España, se muestra ahora contenta con los cambios. "La última versión del texto supone una mejora sobre la anterior, ya que recoge planteamientos trasladados desde el ámbito empresarial a la Secretaría de Estado de Empleo", señalan fuentes de la patronal a este medio. Aun así, apuntan que todavía hay "elementos de mejora".
El detalle de quién asumía los gastos era uno de los puntos más calientes del primer borrador. Antonio Garamendi, presidente de la patronal, amenazó con llevarse la plantilla a Portugal. "Si tengo que contratar y se me ponen condiciones imposibles y que no pueda gestionar a mi plantilla, yo mañana puedo contratar en Portugal. El mundo es global y la digitalización es global. Cuidado cómo se plantea esto", advirtió en una entrevista en Onda Cero. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, relajó la tensión diciendo que lo que había era solo un borrador.
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