miércoles, 11 de marzo de 2020

Qué pasaría si España cambiara su sanidad pública por pólizas privadas de 14,90€ al mes

El mercado de la sanidad privada se ha vuelto cada vez más competitivo. Varias aseguradoras ofrecen pólizas 'low cost' por 20€ o menos, pero... ¿podrían sobrevivir sin la sanidad pública?


Lo anuncian en la radio, así que debe ser verdad: "¡Seguro de salud por 14,90 euros al mes sin copago!".

¿Eso significa que podríamos estar todos cubiertos por apenas 179 euros al año en lugar de los 2.947 euros per cápita de gasto sanitario que tenemos actualmente en España? Es claramente una revolución la que nos traen las ondas hertzianas.

La citada póliza es Vivaz Esencial, ofrecida por la división de seguros de salud de Línea Directa, pero no es la única que ha tirado los precios en los últimos tiempos. En un mercado cada vez más competitivo, es posible encontrar alternativas por debajo de los 20 euros mensuales de sus principales competidores: Adeslas Básico, Sanitas Básico, Asisa Momento o Mapfre Elección.

Son, obviamente, seguros de salud 'low cost', pero... ¿qué implica esto? Durante la presentación de Vivaz hace un par de años, su director general, David Pérez Renovales, ya apuntaba por dónde iban los tiros: "Creemos que este producto es un complemento ideal para las personas que suelen recurrir a la sanidad pública, pero que quieren evitar las listas de espera".

El primer condicionante, por tanto, es que exista una sanidad pública que respalde el seguro en cuestión, pero en el caso de que todos los ciudadanos españoles decidiésemos optar por un seguro 'low cost', encontraríamos otros escollos.

El primero son las llamadas enfermedades preexistentes, es decir, todas aquellas lesiones que estaban presentes antes de formalizar la póliza. Esto incluye no solo enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión sino también anomalías congénitas o situaciones como un embarazo. Este factor puede ocasionar el rechazo por parte de la aseguradora o, si tienen suerte, la aceptación pero en una póliza sin 'low cost'.

Teniendo en cuenta que el 9% de los adultos padece diabetes —en España, el número estaría alrededor de los cuatro millones de personas— o que el 42% de la población padece hipertensión arterial, el número total de personas que estarían cubiertas si todos cambiásemos la sanidad pública por una de estas pólizas privadas se limitaría a, como indican en este comparador de seguros médicos, "un supuesto ideal de una persona joven que tenga perfecta salud, con varios asegurados más de su familia y que no acuda nunca al médico".

Incluso si fuéramos aceptados en el club, el siguiente factor limitante es la cantidad de cosas que uno de estos seguros 'económicos' no cubre. Por ejemplo, los gastos de un desplazamiento para recibir asistencia, es decir, una ambulancia. O una contingencia causada durante la actividad laboral. O una lesión provocada durante la práctica de un deporte de riesgo o una actividad manifiestamente peligrosa, ya sea rugby, escalada o submarinismo. O un accidente derivado de utilizar un vehículo a motor. O una interrupción voluntaria del embarazo. O una hospitalización por enfermedad de larga duración por cuidados paliativos, entre otros muchos supuestos.


Pero, sin duda, lo que marca la diferencia en toda esta comparación son dos factores: la hospitalización y el coste de los productos farmacéuticos. Lo que ha permitido a estas nuevas pólizas bajar los precios a lo loco —el gasto medio de un seguro de salud privado en España es de unos 800 euros, el de estas pólizas 'low cost' está entre 178 y 282 euros— es, principalmente, no incluir los gastos de hospitalización, las intervenciones quirúrgicas o los procedimientos diagnósticos complejos.

"Muchas veces he recibido pacientes que han ingresado en la privada y a las 48 horas se les acababa la cobertura y se han tenido que ir a la pública", contaba a este periódico hace unos meses Marciano Sánchez Bayle, de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública. En el caso de este tipo de seguros, no inducen ni siquiera a error y lo dejan claro: ni hay ambulancia ni hay hospitalización. Ni en urgencias.

Medicamentos no tan 'low cost'
Por mucho que uno pague solo 14,90 euros mensuales por su sanidad, este módico precio es susceptible de escalar tremendamente en cuanto uno padezca alguna enfermedad crónica, ya sea diabetes, colesterol o una simple recurrencia de afecciones estomacales. En definitiva, si se ve obligado a administrarse cualquiera de los fármacos incluidos en el Real Decreto 1348/2003, por el cual la insulina que sin receta costaría 46,97 euros por caja debe ser administrada a un precio de 4,24 euros.

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