Hoy, más que nunca, es imprescindible mantener presentes los principios fundadores de Europa: paz, democracia y solidaridad
Desde Comisiones Obreras reiteramos nuestra más enérgica condena a la invasión rusa de Ucrania. Este cobarde e ilegítimo acto bélico y la consecuente guerra deben parar de inmediato. Asimismo, expresamos nuestra solidaridad con las gentes de Ucrania y especialmente con su clase trabajadora, con las víctimas en el país y con las y los trabajadores ucranianos que residen en España y que viven con dolor el drama de la guerra en la distancia.
CCOO ha exigido que se tomen todas las medidas necesarias para que la acción bélica pare de manera urgente y las tropas rusas se retiren del territorio ucraniano, que han ocupado violando la legalidad internacional, y se restituya la paz.
En el terreno humanitario, el Gobierno de España y la Unión Europea deben estar a la altura que requiere esta situación, y marcar una clara diferencia con otras ocasiones en las que no lo han estado. Estamos obligados a brindar todo el apoyo necesario a las personas afectadas por la guerra, en la región o donde éstas se desplacen, garantizando el establecimiento y seguridad de corredores humanitarios y elaborando planes de acogida y reubicación dentro de la UE.
Asimismo, deberán facilitarse oportunidades laborales. Hoy, más que nunca, es imprescindible mantener presentes los principios fundadores de Europa: paz, democracia y solidaridad. Reafirmamos nuestro compromiso con el desarme en todo el mundo y con la firma del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares a nivel global, garante de paz y la libertad a nivel mundial.
CCOO se solidariza también con el pueblo ruso que reclama el fin de la guerra y que de manera valiente se manifiesta contra las actuaciones de su gobierno y que está siendo represaliado, detenido y encarcelado por ejercer derechos tan fundamentales como el de libertad de opinión o manifestación, así como con la clase trabajadora que también allí pagará un alto precio por la apuesta bélica de su gobierno.
CCOO llama la atención sobre el vergonzoso e irresponsable juego de fuerzas políticas disruptivas y de tinte autoritario que han emergido en todo el mundo y significativamente en Europa, y que han pasado del coqueteo a Putin, a bramar con más fuerza sus mensajes antieuropeístas y golpear los tambores de guerra con la bandera nacional. El nacionalpopulismo del que hace gala la extrema derecha es un riesgo para la democracia y su exacerbación una consecuencia más de la guerra. La clase trabajadora española, así como la mundial nos reconocemos sólo en un mundo sin guerras y en alcanzar la paz justa y duradera, también a través de la justicia social.
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