miércoles, 18 de diciembre de 2019

La Audiencia Nacional confirma que el desplazamiento de un empleado a la casa de un cliente es tiempo efectivo de trabajo

La sala considera aplicable la doctrina del caso Tyco, generada por el Tribunal Supremo, al coincidir todos los criterios y circunstancias con el asunto enjuiciado.

El desplazamiento del trabajador desde su domicilio hasta el del cliente y viceversa es tiempo de trabajo efectivo. Ésta es la principal conclusión de la sentencia emitida por la Audiencia Nacional, que toma como referencia la doctrina fijada por el Tribunal Supremo en el caso Tyco, sobre un asunto en el que una empresa decidió que los trabajadores empezaran su jornada de trabajo en el domicilio del primer cliente, proporcionando a los empleados furgoneta con GPS, portátil y móvil, dispositivos que debían activar desde las 7.30 horas.

Los representantes sindicales de citada compañía presentaron una demanda de conflicto colectivo donde reclamaban que el exceso de jornada realizado desde las 7:30 o 7:45 hasta las 8:00 horas se contabilizara como tiempo de trabajo efectivo, es decir el período durante el cual el trabajador permanece en el trabajo, a disposición del empresario y en ejercicio de su actividad o de sus funciones.

La Audiencia Nacional, tras un largo razonamiento buscando similitudes entre esta demanda y el caso Tyco, da la razón al sindicato y explica en su fallo que "para dar respuesta a ese interrogante [responder a la cuestión de si el desplazamiento inicial y final del empleado es tiempo efectivo de trabajo], debemos partir de que la actividad de la empresa, consistente en el mantenimiento preventivo o correctivo de la maquinaria de sus clientes, ubicada en el domicilio de éstos, no podría realizarse sin desplazarse al domicilio del cliente, de manera que, los desplazamientos, desde el primero hasta el último,son consustanciales con la actividad de la empresa".

La compañía alegaba que no podían considerarse tiempo de trabajo los desplazamientos desde el domicilio del trabajador a la residencia del primer cliente, ni tampoco el tiempo de vuelta, porque en esos momentos los empleados no se encontraban en el lugar determinado por el empresario, ni tampoco estaban a su disposición.

La Audiencia no acepta este argumento y explica que, como ha quedado acreditado en la causa, y como ocurría en el caso Tyco, "no ha variado nada respecto a la situación laboral precedente, salvo el lugar de partida, que antes era las delegaciones provinciales y ahora el domicilio de los trabajadores".

Un tema que sorprendente al tribunal, y que en parte le anima a fallar a favor del sindicato, es que la compañía tenía reconocido como tiempo de trabajo 20 minutos a la salida del trabajo ("lo que revela con más claridad, si cabe, que esos tiempos de desplazamiento deben ser considerados tiempo de trabajo"), pero no reconocía este mismo margen temporal en el arranque de la jornada.

Ante todos estos datos la Audiencia Nacional opta por aplicar la doctrina Tyco y decide estimar "la demanda de conflicto colectivo, por lo que declaramos que el tiempo de desplazamiento, realizado desde las 7:30 o las 7:45 horas hasta las 8 horas, es tiempo efectivo de trabajo efectivo, que debe incluirse en la jornada de trabajo y retribuirse con arreglo a la misma".

jueves, 12 de diciembre de 2019

La OCDE insta a los gobiernos a intervenir para proteger los convenios sectoriales

Alerta sobre la desaparición progresiva de la negociación salarial colectiva a pesar de ser clave «para el buen funcionamiento del mercado laboral»

La negociación salarial colectiva está desapareciendo poco a poco de los países que componen la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) a pesar de la «clara correlación» entre estos sistemas y unas condiciones laborales beneficiosas tanto para los trabajadores como para la patronal, según advierte el propio organismo en el informe 'Negociando nuestro camino' presentado este lunes.

Algunos modelos de negociación colectiva como los de coordinación salarial son «particularmente efectivos» para lograr mayores tasas de empleo y más integración de grupos vulnerables en países como España, en comparación con sistemas totalmente descentralizados. Por ello, desde la institución instan por primera vez a los gobiernos a intervenir para fomentar este tipo de acuerdos que proporcionen un marco global de condiciones laborales por sectores, aunque también permitiendo que la condiciones concretas sean negociadas a nivel de empresa.

Menor confianza en los sindicatos
El estudio de la OCDE advierte de que la tasa media de afiliación en los 36 países que componen la organización se ha reducido a la mitad desde 1975, del 33% de aquel año a solo el 16% en 2018. El porcentaje es aún menor entre los trabajadores temporales o autónomos, que tienen un 50% menos de probabilidades de pertenecer a un sindicato, según sus cálculos. Además, el porcentaje de trabajadores bajo convenios colectivos ha caído del 46% en 1985 al 32% en 2017, con disminuciones «particularmente drásticas» en los países del centro y este de Europa.

El porcentaje de empleados bajo convenios colectivos cae del 46% en 1985 al 32% en 2017 en el conjunto de la OCDE

Sin embargo, alerta de que la negociación colectiva es «esencial» para ayudar a los trabajadores y a las empresas a adaptarse a los cambios en el mercado laboral y «garantizar un mundo inclusivo y próspero». En su opinión, la reducción de la capacidad de negociación sindical se debe al aumento de la competencia global y a la contracción del sector secundario, aunque la organización no concreta en profundidad las causas que justifican este fenómeno.

De estas cifras se desprende la caída de la confianza de los ciudadanos en los sindicatos, aunque varía considerablemente de un país a otro y se correlaciona con el nivel de cada uno con las instituciones en general. En 2010, el 40% de los ciudadanos declaraba confiar en los sindicatos, aunque variaba del 65% en países como Finlandia o Dinamarca hasta el 25% en Estados Unidos y México. El informe revela que durante la crisis el nivel de confianza ha aumentado en los países del este de Europa, mientras que ha disminuido «significativamente» en los países más afectados: Grecia, Irlanda y España.

Reforma laboral en España
Sobre la reforma laboral que el Gobierno de Mariano Rajoy introdujo en 2012 y sobre la que la OCDE siempre ha tenido buenas palabras, explica que el «principio de favorabilidad» se abolió dando prioridad a los acuerdos a nivel de empresa que los convenios sectoriales. Pero el informe revela que en algunos países, como España, «no se ha hecho un uso significativo» de ello, es decir, que su aplicación ha sido bastante «limitada».


miércoles, 4 de diciembre de 2019

Reducir la semana laboral a cuatro días impulsaría las ventas de las empresas un 40%

Las pruebas demuestran que recortar la jornada mejora la calidad de vida y sube la productividad, aunque aplicarlo en España es «complicado»

Los empleados de Microsoft en Japón han tenido puente todas las semanas durante el verano. La empresa experimentó cómo funcionaría que las semanas laborales tuvieran solo cuatro días, haciendo que los fines de semana comenzaran los jueves, como recomiendan muchos expertos. Y les fue muy bien. Su decisión les reportó un incremento en ventas de casi el 40% a pesar de trabajar un día menos a la semana. La factura de la luz también bajó un 30% respecto al año anterior, al igual que el resto de gastos operativos de oficina.

La plantilla trabajó mucho más motivada al mantener el sueldo pero librar desde el jueves por la tarde hasta el domingo. Más del 90% de los empleados se sumaron a la iniciativa de Microsoft, que ahora quieren repetirla en invierno. Y eso que Japón es un país poco dado a los días libres e incluso le han puesto nombre ('karoshi') a las muertes por exceso de trabajo.

En otros países también ha funcionado. Es el caso de la empresa neozelandesa Perpetual Guardian, que redujo la semana de sus trabajadores de 40 a 32 horas, eliminando los viernes laborables y sin tocarles el sueldo. Los resultados fueron muy positivos ya que la productividad aumentó y los empleados redujeron su nivel de estrés, por lo que el CEO Andrew Barnes decidió que el experimento pasaría a ser una medida permanente, según confirmó a 'The Guardian'.

En España, la ley establece 40 horas semanales, aunque los convenios firmados con cada empresa pueden reducirlo. De hecho, para los funcionarios se fijó en 37,5 horas con carácter general el pasado mes de marzo, según publicó el BOE con efecto sobre el personal al servicio de la Administración general del Estado y sus organismos públicos.

De media, en España se trabajan 36 horas, según los cálculos realizados por la Universidad Abierta de Cataluña (UOC). Francia hace 25 años que introdujo por ley las 35 horas semanales, en Suecia han experimentado con jornadas de seis horas diarias y en Dinamarca la media está en 29 horas semanales, la tasa más baja de todos los países industrializados, según la OCDE.

Crece el empleo
«Los beneficios de reducir la jornada son muchos: mejor calidad de vida para el trabajador, más ocio, conciliación personal y familiar, proyectos de pequeño emprendimiento y crecimiento del empleo gracias a la contratación de trabajadores para cubrir las horas disponibles», afirma Antonio Fernández, profesor de Derecho y Ciencia Política de la UOC y experto en derechos laborales.

Según una encuesta a más de 2.000 empleados y 500 empresarios ingleses, el 77% de los trabajadores veía un vínculo claro entre una jornada de cuatro días y una mejor calidad de vida. En dos tercios (64%) de las empresas inglesas en las que se ha implantado, ha aumentado la productividad de su personal y la calidad del trabajo debido a una reducción de los días de baja por enfermedad. Sin embargo, el 45% de los trabajadores encuestados estaba preocupado porque pasar menos tiempo en el trabajo podría hacer pensar que eran perezosos.

Precisamente ese es uno de los impedimentos a la hora de implementar este sistema en España: «Sería complicado porque es un país muy dedicado al sector servicios y hay un alto nivel de presentismo en el lugar de trabajo, además de los altos niveles de economía sumergida y los trabajadores con una parte del salario que depende de objetivos», explica el experto.

A pesar de estos obstáculos, cualquier empresa lo puede implantar porque no hay impedimentos legales para hacerlo, pero por ahora no hay ninguna que se haya lanzado. «En temas de jornada, las empresas prefieren flexibilizarla, negociando bolsas de horas, promoviendo el teletrabajo o con jornadas intensivas en verano», explica Fernández. Por eso, los empresarios «prefieren contratan a un trabajador 40 horas que a dos por 20 horas».

Lee la noticia completa