Los altos ejecutivos aumentaron su salario en un 4,5% en 2019, frente al 2% de los trabajadores
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Tras Madrid, Cataluña (86.700 euros), Asturias (83.500 euros) y País Vasco (83.400 euros) son las regiones en las que mejores remuneraciones obtienen los principales cargos. En la cola, antes de Extremadura, se sitúan en orden descendente Canarias y Castilla y León (con 76.000 euros respectivamente) y La Rioja (72.500 euros). La remuneración media de la alta dirección se queda en España en los 84.773 euros, debido a que la mayoría de estos perfiles trabajan en Madrid y Cataluña, los centros financieros y empresariales del país junto al País Vasco. Por su parte, los mandos intermedios perciben una media de 42.929 euros, mientras que los empleados se llevan 23.250 al año.
La de los directivos es además, atendiendo a los datos del informe, la categoría profesional que más ve crecer sus ingresos en un año. En 2018, su remuneración media ascendía a los 81.059 euros, por lo que el crecimiento actual supera el 4,5%. En cuanto a incrementos, algo por debajo se quedan los mandos intermedios, que pasan de percibir 41.507 euros en 2018 a 42.929 euros en 2019 (un aumento del 3,43%). Muy lejos se sitúan los empleados rasos, con una subida que no llega al 2%, al pasar de los 22.819 euros a los 23.250 euros.
Esta brecha entre directivos y trabajadores no ha hecho más que aumentar desde 2007, cuando se publicó la primera edición del barómetro. Entonces, los ejecutivos percibían una media de 68.705 euros, por lo que sus ingresos han aumentado en casi 15.000 euros anuales en más de una década. En el mismo periodo, los trabajadores solo han visto crecer su sueldo en 3.600 euros.
“A la inadecuada correlación entre el crecimiento económico de los últimos cinco años, cuantificado a través del PIB y su asignación a las rentas salariales, se une la desigualdad entre dichas rentas y, por consiguiente, la brecha salarial en la retribución de dichos colectivos se cronifica”, explica Ernest Poveda, presidente de ICSA. Por eso, prosigue, las prácticas actuales evidencian que no se está avanzando en la dirección correcta. Y en este sentido “es necesario que realicemos un ejercicio de imaginación e inteligencia para replantear nuevos modelos retributivos que equilibren esta situación”.
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