Los trabajadores de la delegación asturiana de Hewlett Packard salieron ayer a la calle para iniciar una campaña de protestas ante la situación que vive la empresa, que podría comenzar a despedir a parte de la plantilla a partir del próximo enero si no consigue nuevos clientes, tras perder en un concurso de servicios el contrato que mantenía con una empresa de distribución eléctrica, como adelantó este periódico. En la oficina de Oviedo trabajan unos 85 empleados, entre el personal de plantilla y el de las subcontratas. Los trabajadores instan a la empresa a hacer todo lo posible por lograr más carga de trabajo.
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