Solo una cuarta parte de los trabajadores protegidos por convenio cuenta con una cláusula que les blinde contra el incremento de los precios, algo que los sindicatos exigen incluir en el nuevo AENC
Salarios y precios caminan por senderos cada vez más distantes en este año 2022. Y eso pese a que en estos dos primeros meses los ingresos de los trabajadores se han elevado significativamente. Concretamente, los salarios por convenio escalaron hasta situarse en el 2,26% de media, según los datos publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo. Se trata de dos décimas más que en enero y casi ocho décimas por encima del 1,47% que crecieron en 2021. Pero este alza es claramente insuficiente en vista de que la inflación está desbocada y marca máximos de hace tres décadas: un 7,4% en febrero, según la previsión del INE.
Significa esto que los trabajadores están sufriendo en sus bolsillos las consecuencias del fuerte encarecimiento de la energía que se viene registrado en los últimos meses y que se ha visto agravado ahora al estallar la guerra en Ucrania y están perdiendo en lo que va de año más de cinco puntos de poder adquisitivo.
Por eso los sindicatos exigen una fuerte subida de los salarios en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que han empezado ya a negociar con los empresarios para que en ningún caso los trabajadores vuelvan a ser los «paganos» de esta nueva crisis, derivada de la guerra y que se suma a la que se venía arrastrando a consecuencia de la pandemia. En las dos reuniones mantenidas aún no se ha puesto una cifra encima de la mesa, ya que desde UGT y CC OO defienden que el dígito dependerá de que se pacte un acuerdo más largo, a dos o tres años, en el que se garantice que no haya pérdida de la capacidad de compra.
Así, son conscientes de que el incremento para este año no puede ser el IPC medio, puesto que la previsión es que en los próximos meses siga la tendencia alcista y se dispara a cifras incluso de dos dígitos, pero su posición es mantener una postura moderada siempre y cuando los empresarios accedan a la que es ahora su principal reivindicación: que los convenios recuperen la cláusula de garantía salarial, que evite que los trabajadores pierdan poder adquisitivo a final de año o en un periodo fijado. Es decir, que la subida pactada se revisaría para igualarla a los precios en caso de que finalmente se eleven más.
Esta garantía que hace poco más de una década era habitual incluirla en los convenios para blindar los salarios se perdió en la anterior crisis económica, hasta el punto de que en la actualidad sólo el 16,3% de los convenios, apenas 277 de los 1.694 contabilizados hasta febrero, la tienen. Así, 1,2 millones de trabajadores, de los casi 1,4 millones que está amparados por los convenios, están protegidos frente a la escalada de los precios, apenas uno de cada cuatro.
Sin embargo, la CEOE rechaza tajantemente vincular los salarios a la inflación y alerta de que esto sería «peligrosísimo». «Si se suben los salarios en función de la inflación, lo que haremos es estructurar la inflación y perdemos todos», advierte su presidente, Antonio Garamendi, quien pide «moderación salarial» e invita a hablar de temas como la productividad, la competitividad, el absentismo o la formación» en el nuevo AENC que pretenden acordar para los próximos años, puesto que el anterior expiró ya en 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario