miércoles, 30 de noviembre de 2022

Las empresas mantendrían la rentabilidad con una subida salarial del 13% hasta 2024

 El Consejo General de Economistas calcula que un aumento de sueldos del 4% en 2022, del 5% en 2023 y del 3% en 2024 para aliviar el daño de la inflación no reduciría los márgenes de beneficio de las compañías


El Consejo General de Economistas (CGE) calcula que las empresas mantendrían márgenes de beneficio (la capacidad de convertir en ganancias el dinero ingresado con las ventas) con una subida media de salarios del 12,8% de 2021 a 2024. Aunque según el mismo modelo, el incremento de los sueldos tendría que ser del 19,2% en el conjunto de estos cuatro años para que los trabajadores viesen compensado el daño de la inflación.

Según el ejercicio teórico del CGE para una compañía tipo y teniendo en cuenta una subida del 0,7% en 2021, un marco de aumentos de las remuneraciones del 4% en 2022, del 5% en 2023 y del 3% en 2024 no dañaría la rentabilidad de las empresas. Este cálculo reconoce que los beneficios corporativos están mejorando con la inflación, por la capacidad de algunos sectores de trasladar los incrementos de los costes (energía, materias primas, bienes intermedios...) a los precios de venta.

Esta misma conclusión ya la constató recientemente el Banco de España en la última muestra de la Central de Balances Trimestral (que recoge datos de 920 empresas no financieras). La institución confirmó que, en el primer semestre de 2022, “la facturación de las empresas creció a una tasa muy alta, reflejo tanto de la recuperación de la actividad como del aumento de los precios de venta”. Y que esta evolución “se tradujo en una mejora de la rentabilidad de las compañías”.

Es decir, la cifra de negocio creció en los últimos meses por la inflación y sigue creciendo. La capacidad de convertir los ingresos totales tras hacer frente a los costes se mantiene o mejora en la mayoría de sectores de actividad. Hasta el punto de que “a pesar del notable avance de los costes de producción, los excedentes empresariales [los beneficios] se expandieron a un ritmo elevado, y se registraron ya niveles muy similares o incluso algo superiores a los existentes antes de la crisis del COVID-19”, según el Banco de España.

Los sueldos pactados en los convenios colectivos revisados en lo que va de año solo han aumentado un 2,6%. Con el agravante de que en 2022 se están actualizado un 20% menos de convenios que en 2019 por la negativa de los empresarios a firmar subidas de sueldos con el IPC como referencia, como piden los sindicatos para evitar la pérdida de poder adquisitivo.

Las “bandas de negociación” presentadas este miércoles por el CGE, junto a representantes de las empresas, también incluían una propuesta “de pacto de rentas”, como se observa en las últimas filas del gráfico. Este “pacto” se define como un acuerdo para repartir el golpe de la inflación. La propuesta de este equipo de expertos es una subida de salarios del 6,4% entre 2021 y 2024.

Un marco que se quedaría muy por debajo del aumento del 9,5% en tres años firmado por el Gobierno con los funcionarios, y que choca con el cálculo divulgado en la misma presentación del 13% “sin dañar márgenes”.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Díaz plantea indemnizaciones por despido diferentes en función de las circunstancias del trabajador

 La ministra avanza que quiere reformar sus causas y que la compensación dependa de factores como la edad, la renta, la formación o el género

Pese a que solo han pasado poco más de diez meses desde que entró en vigor la reforma laboral que ella misma propició, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no se da por satisfecha con los cambios que introduce en el mercado de trabajo y se ha puesto ya otro reto: abordar una reforma integral del despido que implique reformular las causas y establecer indemnizaciones diferentes en función de las circunstancias del trabajador.

«El despido no se ha abordado nunca en España, no se ha trabajado de fondo, solo se ha operado con los días de indemnización, abaratando el despido, pero esto no va de eso», explicó este miércoles Díaz durante un encuentro sobre la reforma laboral y el futuro del empleo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

El planteamiento que quiere llevar la vicepresidenta a la mesa del diálogo social que aborde el Estatuto del Trabajo del siglo XXI es realizar un tratamiento diferente de las causas y avanzar hacia lo que ha denominado el «despido reparativo o restaurativo», que –precisó– supone una indemnización diferente en atención de cuál sea «el impacto» que el despido pueda tener en las personas.

Pese a que la ministra aseguró que será el «diálogo» el que decida qué factores se tendrán en cuenta para calcular las indemnizaciones, sí dejó caer que serán elementos como la edad, la formación, el género o incluso la renta o el tipo de hogar (no es lo mismo si el trabajador tiene familia que si no la tiene). Hasta ahora la indemnización difiere en base a la causa de la rescisión del contrato, de la antigüedad del trabajador en la empresa y de su salario.

«El despido reparativo ha de ser diferente. Esto es lo que no hace España y lo que se baraja en Europa», señaló la diputada gallega, que incidió en que el problema no radica en la indemnización –que es lo único que se ha tocado hasta ahora: el número de días por año trabajado que se pagan–, sino que el problema está en la «restricción de las causas», es decir, en limitarlas más para que no se pueda despedir tan libremente y a un coste barato.

Con la defensa de un despido más a la carta, la vicepresidenta se posiciona del lado de UGT, que denunció hace unos meses al Gobierno en Europa por el bajo coste del despido, al entender que que la compensación no es «suficientemente reparadora y proporcional». El comité europeo aceptó la reclamación y tendrá que dictar una sentencia al respecto que podría suponer cambios en la legislación.

En cualquier caso, Díaz reconoció que pudiera ser que no le diera tiempo a resolver este tema en lo que queda de legislatura, viendo que las negociaciones con los agentes sociales se suelen demorar, a la vista de que la reforma laboral y el Estatuto del Becario han durado lo que un parto: nueve meses, y la del Estatuto del Trabajo del Siglo XXI aún no ha comenzado.

Nueva subida del salario mínimo

Lo que sí ha de cerrarse antes de que termine el año es el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2023. La vicepresidenta segunda no ha querido hablar de cifras concretas y aseguró que ella «nunca» va a la mesa con una cantidad y tampoco lo va a hacer ahora. «La ministra de Trabajo es la que menos habla. Yo hablo poco y dejo que hablen los demás», precisó.

Sin embargo, sí dio pistas de por dónde puede situarse la subida. Así, citó hasta en tres ocasiones al vicepresidente del BCE, el exministro de Economía del PP Luis de Guindos, quien desveló que en una reunión tripartita que mantuvieron la semana pasada pidió subir los salarios un 5% en Europa, algo que «no es casual», sino que lo hace porque sabe que «el riesgo de morosidad y empobrecimiento es absolutamente real».

Lo que aseguró es que el SMI no lo decidirá la comisión de expertos a la que ha encargado actualizar las recomendaciones que hicieron con datos más recientes, sino «la mesa del diálogo social», que convocará en el mes de diciembre; es decir, que dejó la pelota en el tejado de los sindicatos y la patronal. Asimismo, dejó claro que ella prefiere una subida del salario mínimo más moderada si es con acuerdo, lo que pudiera entenderse como que el incremento pudiera ser inferior a la inflación y no llegar a esos 1.100 euros que reclaman los sindicatos. «Si soy capaz de conseguir un acuerdo, prefiero la garantía de legitimación de ese acuerdo, el mensaje que lanzamos a la sociedad en un momento de incertidumbre».

Origen de la noticia

miércoles, 2 de noviembre de 2022

EL 3 DE NOVIEMBRE, MARCHA A MADRID PARA EXIGIR INCREMENTOS SALARIALES DIGNOS, QUE MANTENGAN EL PODER ADQUISITIVO DE LOS SALARIOS

 

PORQUE: Aunque en agosto y septiembre el ritmo de la subida de los precios se ha moderado, la tasa de inflación sigue siendo muy alta, 8,9%, y sobre todo se han encarecido los alimentos un 14,4%, la mayor subida de las historia


PORQUE: Los salarios no son los responsables de la fuerte subida de la inflación

PORQUE: Las empresas siguen teniendo importantes beneficios y siguen repercutiendo en sus precios la subida de los carburantes y la electricidad, contribuyendo a la subida de la inflación

PORQUE: Estas subidas de precios, junto con el repunte de los tipos de interés y el mayor costede la vivienda, están encareciendo productos básicos y servicios imprescindibles para los hogares,limitando su poder de compra y generando situaciones de desigualdad y pobreza

PORQUE: los salarios tienen que crecer, para garantizar el poder de compra

PORQUE: El empresariado de este país sigue es su empeño de bloquear el desarrollo de la negociación colectiva, con el objetivo de no subir los salarios para que el coste de esta crisis caiga una vez más sobre las trabajadoras y trabajadores. Con ello, están generando una situación de conflicto, en no pocos sectores y en muchas empresas del país

PORQUE: El salario mínimo interprofesional (SMI) tiene que incrementarse no solo al 60% de la media salarial, sino que ha de tener en cuenta la inflación

PORQUE: Si el único lenguaje que entiende el empresariado es la movilización, UGT y CCOO seguiremos llevando a cabo procesos de movilización para desbloquear la negociación de los convenios colectivos y conseguir la mejora de los derechos laborales y salarios que permitan mantener un nivel de vida digno

PORQUE: La pérdida de poder adquisitivo de los salarios es inasumible, un polvorín social, y un serio hándicap para la recuperación económica.

Por todo ello, UGT y CCOO llamamos a todos los trabajadores y trabajadoras a a participar en gran movilización que hemos convocado para el 3 de noviembre en Madrid.

Solo con la movilización y la fuerza sindical somos capaces de cambiar las cosas