La Encuesta Europea de Empresas, realizado por la agencia Eurofound de la Unión Europea refleja que los sindicatos españoles dan un nivel de cobertura en la representación sindical que los sitúan a la cabeza europea y son sólo superado en Finlandia y Dinamarca, y ello con un nivel muy inferior a la media europea en cuanto a recursos materiales, formativos y de tiempo para el ejercicio de las funciones de representación.
Los sindicatos españoles, con menos medios que los europeos, consiguen dar cobertura y representación sindical a más trabajadores, alcanzando el 57,1 por ciento de las empresas. Este porcentaje sólo es superado en Dinamarca y Finlandia y por delante de países como Francia, Alemania Italia e Inglaterra.
Esta y otras afirmaciones se ponen en evidencia en la Encuesta Europea de Empresas, realizada por el Instituto Gallup para la agencia Eurofound de la Unión Europea y que sirve de base para un estudio realizado por Pere J. Beneyto, profesor de Sociología del Trabajo de la Universidad de Valencia y director de Estudios e Investigaciones Sociologías de la Fundación 1 de Mayo, centro sindical de estudios vinculado a CCOO.
Según los datos de la Encuesta, el 32,1% de las empresas europeas tiene representación sindical estable (secciones sindicales, delegados, comités de empresa), este porcentaje es mas elevado cuanto más grande es el número de trabajadores y diferente según el sector. Así en empresas de más de 250 trabajadores y del sector industrial la representación puede alcanzar el 82% de las empresas, mientras que empresas del sector servicios, con plantillas entre 10 y 50 trabajadores apenas llega al 26,5% de las mismas. Pues bien, cuando estos datos se refieren a nuestro país la media de las representación sindical en las empresas pasa del 32,1% al 57,1%, sólo superado en Dinamarca (80%) y Finlandia (70%).
Estos datos además están soportados por la realidad certificada por el Ministerio de Empleo, cuyos últimos datos oficiales afirman que hay registrados 303.622 representantes sindicales elegidos directamente por los trabajadores, de los que el 37,5% corresponden a CCOO y el 35,4% a la UGT.
Los datos referentes a los derechos y garantías de los representantes sindicales europeos son igualmente significativos. Todos los países cuentan con legislación que garantiza recursos materiales, formativos y de tiempo para que los representantes sindicales puedan llevar a cabo sus obligaciones y funciones de representación de los trabajadores.
Según la Encuesta propiciada por la Unión Europea, el 37% de los representantes de los trabajadores europeos tienen acceso a financiación de las propias empresaspara costear el asesoramiento jurídico, económico o técnico necesario para garantizar el correcto desempeño de sus funciones, mientras que en España esta circunstancia se reduce practicamente a la mitad.
Sin embargo, las diferencias y limitaciones de los representantes de los trabajadores son mayores cuando se comparan datos sobre el tiempo efectivo del que disponen para el desarrollo de sus funciones, las llamadas ‘horas sindicales’, contradiciendo en la práctica uno de los tópicos antisindicales más difundidos. Los sindicalistas españoles se sitúan en la cola de la Unión Europea. Solo el 28,3% de sus representantes disponen del crédito horario necesario para el ejercicio de sus funciones, mientras la media de la Unión Europea es justamente el doble, el 56,2%.
Estos datos permiten afirmar a Rodolfo Benito, secretario confederal de Estudios de CCOO, que “el sindicalismo es España es claramentre representativo, ya que su legitimidad procede del voto directo de los trabajadores y trabajadores a través de las urnas, en las elecciones sindicales, en cada centro de trabajo –con mas de seis trabajadores–, que se renuevan cada cuatro años”. El presidente de la Fundación 1º de Mayo señala que “por más que se repitan las campañas de hostigamiento antisindical, los sindicatos españoles son representativos y demuestran cada día que con menos medios que sus homólogos europeos, consigue dar protección y defender a mas trabajadores”. Y hay algo que parece claro y “es lo que más molesta, –señala Rodolfo Benito– donde hay sindicatos, donde hay sindicalistas, los derechos y las conquistas son mas fáciles de defender, el poder contractual de los sindicatos es una trinchera contra la injusticia”.
Para el autor del estudio, Pere J. Beneyto, el significativo desajuste –el doble de representatividad y la mitad de recursos– pone de manifiesto lo infundado de las críticas que reciben los sindicatos españoles “que carece de evidencia empírica y responde a intereses ideológicos de deslegitimación del sindicalismo, como estrategia complementaria a los procesos de desregulación laboral y desigualdad social”.
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